Nos gusta pensar la PNL como un “modelo de excelencia” acerca de la manera en que cada uno de nosotros organiza su mundo interno y la forma en que nos comunicamos con otros. En tanto modelo, nos ofrece una interpretación que prioriza la utilidad y aplicabilidad de sus conceptos. A su vez, apunta a la excelencia, en tanto es sumamente potente para definir hacia metas, objetivos y direcciones de vida (eficacia), maximizando los recursos para tal fin (eficiencia).