Solemos decir en nuestras formaciones, la PNL es un modelo que nos asiste en enriquecer nuestros mapas mentales, pues en la medida que los ampliamos, tenemos mayor flexibilidad y capacidad de maniobra en la vida. Pero ¿qué quiere decir exactamente esto de “enriquecer nuestros mapas mentales”?
La información que captamos del entorno es recibida, organizada y consolidada a través de nuestro sistema nervioso. Esta información es luego archivada en programas internos que cada individuo elabora a modo de aprendizajes y es lo que se consolida como nuestros mapas mentales. Como cada uno de nosotros codifica “la realidad”, lo que Alfred Korzybski denomina el territorio, de una manera particular, todos tenemos mapas diferentes de la misma. Esto es el significado de la frase “El mapa no es el territorio”. Por ejemplo: dos personas nacidas de la misma madre, incluso siendo gemelos, creciendo juntas y ejerciendo la misma profesión, igualmente van a tener mapas distintos.
Es importante señalar que ningún mapa es más “real” o “verdadero” que otro, sino que son ambos igualmente válidos. Lo que si hay que tener en cuenta es que los mapas más saludables son aquellos que disponen de un número amplio y variado de alternativas, siendo los más estrechos y rígidos los generadores de enfermedad. Es por eso, ahora sí, que sostenemos que la transformación personal es el resultado de la ampliación de nuestros mapas.
La PNL nos provee una forma de mirar lo que hay detrás del pensar, sentir y hacer de cada uno de nosotros, para aprender a reconocernos y diseñar quién queremos ser. En este diseño, lo que sistemáticamente proponemos desde las diferentes técnicas y dinámicas, es explorar los bordes de nuestros mapas, recorrerlos y desafiarlos para así ganar en su riqueza.
Asi es que, la frase célebre del Mapa y Territorio esconde en sí una serie de ideas generales que a los PNListas nos hace mucho sentido. Primero, aprender que aquellos con quienes interactuamos tienen sus propios mapas, producto de sus historias, y aprender a validarlos, implica aceptarlos tal cual son. No existe técnica de PNL que no parta del principio de respetar el mapa del otro. Cuando uno vive realmente en esta filosofía, lo que pasa es que se anda enojando mucho menos con las personas. Asi que esta mirada es buena tanto para mi como para el otro.
Segundo, nuestras intervenciones van siempre dirigidas a facilitar en quien nos consulta un enriquecimiento de su mapa. Por lo general las personas llegan a consulta diciendo “no quiero mas esto en mi vida”, se trate de un comportamiento o un estado que perciben como disfuncional. Lo cierto es que eso que dicen no querer más para sus vidas, seguramente es funcional en algún otro contexto. Entonces, no proponemos cambiar una cosa por otra, sino que asistimos a la persona a sumar un nuevo repertorio de comportamientos o estados para que esté disponible en el futuro. Esto es enriquecer mapas. ¡Diseñar quien queremos ser implica estas y otras cosas más! Los invitamos a sumergirse en esta exploración y nos comenten cualquier inquietud que surja.
